Compartimos esta interesante entrevista con Felipe Vidal Menares, Ingeniero Constructor, Magíster en Eficiencia Energética; Jefe de Proyectos y Coordinador de Normas en la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización, una fundación de derecho privado sin fines de lucro, creada por CORFO en 1973.
Como un organismo técnico en materias de la Infraestructura de la calidad, el INN es continuador legal del Instituto Nacional de Investigaciones Tecnológicas y Normalización (Inditecnor).
La importancia que radica en INN es fundamental, y por supuesto en aspectos normativos. En este sentido, nuestro gremio conoce el quehacer del instituto desde el 2018, trabajando en una serie de comités técnicos, sin embargo hay más detalles por conocer y destacar.
¿Cuál es a su juicio el aporte que realiza la elaboración de normas técnicas como INN?
La elaboración de normas técnicas por el Instituto Nacional de Normalización (INN) es fundamental para garantizar la calidad, seguridad y eficiencia de productos y servicios. Las normas que se generan facilitan el comercio, mejoran la competitividad de las empresas chilenas y protegen a los consumidores, donde también se promueve la innovación y se asegura que las prácticas industriales cumplan con estándares internacionales.
Un beneficio adicional es la sinergia que se da en el espacio colaborativo que son los Comités Técnicos, donde las discusiones que se generan son muy relevantes en el aspecto técnico a nivel nacional donde se exponen argumentos de alto nivel que enriquecen a las personas que se encuentran participando, permitiendo con ello, masificar el conocimiento a sus organizaciones o empresas que se encuentran representando, elevando así el ecosistema profesional.
En el concierto internacional, ¿cuál es la situación de Chile respecto a las actividades del sector productivo que están normadas?
Chile ha avanzado significativamente en la normalización de actividades del sector productivo. El país participa activamente en organizaciones internacionales de normalización, como la ISO, y ha adoptado numerosas normas internacionales. Esto ha permitido a Chile mejorar su competitividad y facilitar el acceso a mercados internacionales.
Cabe mencionar que debido a nuestra estructura de la calidad, como país somos referente en algunos sectores productivos donde nuestras normativas técnicas son consideradas como insumos (documentos base) para sus procesos normativos.
¿Cuál es la principal brecha para que actividades importantes de un sector, no se normalice?
A través de los años, hemos elaborado normas para la mayoría de los sectores productivos. Una de las principales brechas es la falta de recursos y conocimiento técnico en algunas áreas. Además, la resistencia al cambio y la falta de conciencia sobre los beneficios de la normalización pueden dificultar la adopción de normas.
La colaboración entre el sector público y privado es esencial para superar estas barreras.
En los comités de normalización ¿Cómo se conjugan los intereses y los conocimientos de los participantes?
En los comités de normalización, se busca un equilibrio entre los intereses de diferentes partes interesadas, incluyendo representantes de la industria, el gobierno, la academia y los consumidores. Es por esto que los documentos técnicos buscan el consenso donde primen los antecedentes técnicos y la visión objetiva y demostrable que se pueda tener sobre la posición de cada uno de los participantes.
Es así que se fomenta un enfoque colaborativo donde se comparten conocimientos y se visualizan soluciones que beneficien a todos los involucrados y, principalmente al país. Este proceso asegura que las normas sean prácticas, relevantes y ampliamente aceptadas.