A diario, el normal funcionamiento de la ciudad y su frenético ritmo, nos impide darnos cuenta del entorno que nos rodea y hacernos conscientes que, de alguna forma, cada pedazo de cemento presente fue en desmedro de la geografía natural de una zona determinada, en otras palabras, mientras la ciudad crece, se urbaniza y avanza, la disminución de la biodiversidad y el escaso contacto del hombre con la naturaleza se hace cada vez más evidente. El termino biodiversidad, hace referencia a la convivencia de especies vegetales, animales y/o microorganismos presentes en un espacio determinado (ecosistema), debiendo existir, para su equilibrio y conservación, una sinergia entre diferentes factores biológicos, climáticos y geográficos, pero también antrópicos.
Como sociedad, tenemos una responsabilidad con el medio ambiente postergada por décadas, aunque en la actualidad existan diferentes iniciativas publicas y privadas, que buscan nivelar y equilibrar el desarrollo hacia uno coherente, consciente y sustentable, el rubro de la construcción y nosotros como impermeabilizadores, no estamos ajenos a estas problemáticas, es por esto la búsqueda constante de nuevas tecnologías, el desarrollo de nuevos productos y protocolos acordes, responsables y amigables con los nuevos paradigmas ambientales.
Buscando la recuperación del espacio vegetal perdido, existen los llamados “techos verdes o cubiertas vegetales”, que son estructuras ajardinadas sobre elementos constructivos (losas, terrazas, azoteas, cubiertas, etc) pero que generan una extensa y compleja red de beneficios para la biodiversidad, con un efecto positivo y directo en la calidad de vida de la sociedad. Reducción del índice de calor urbano, disminución de las concentraciones de CO2, termorregulación y eficiencia energética, aumento de la vida útil de los materiales constructivos, generación de corredores biológicos son alguno de los beneficios que reportan.
Reducción del índice de calor urbano, disminución de las concentraciones de CO2, termorregulación y eficiencia energética, aumento de la vida útil de los materiales constructivos, generación de corredores biológicos
Durante años, la ejecución y construcción de áreas verdes o jardines en la ciudad, se ha enfocado en lo estético / ornamental, utilizando especies introducidas, generando alteraciones muchas veces irreversibles en los diferentes ecosistemas. Hoy en día existen diferentes tendencias que van desde una recuperación de espacios con especies vegetales endémicas (beneficioso para la biodiversidad nativa y propia del lugar), así como también el uso para el cultivo de hortalizas y vegetales comestibles, generando soberanía alimentaria a través de alimentos orgánicos y naturales con trazabilidad conocida, esta tendencia es conocida como “Agricultura urbana”. permitiéndonos por un lado educar y fomentar una producción y distribución de alimentos amigables y ecológicos, así como también poder contribuir y ayudar con la escasez y gran demanda de alimentos saludables en las grandes urbes.
El uso para el cultivo de hortalizas y vegetales comestibles, generando soberanía alimentaria, tendencia conocida como “Agricultura urbana”
Resulta fundamental e indispensable entonces, generar conciencia fomentando un crecimiento y desarrollo sustentable, buscando siempre mejorar la calidad de vida, sin perjuicios del medioambiente. Como ciudadanos y empresarios-socios de ASIMP AG, no podemos quedar fuera de este compromiso.